Para la despedida de este primer año de iniciación sacramental, en la que tuvieron la renovación de bautismo, les preparé un pequeño obsequio, un marcapáginas de fieltro: flores para las chicas y monstruo de las galletas para los chicos y les encantó. Pensé que era muy práctico así, porque de esta forma al abrir el libro por la pág. señalada, el marcapáginas no se les caería, siempre los tendrían en el libro y por supuesto para que se animen a utilizarlos que la lectura nos hace grandes por dentro!! :-)
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